Eina y el valle de Eina (1550 m)
Después de llegar a Eina, entrar andando en el valle, uno de los más hermosos de la zona; la excursión merece un día entero. El entorno del pueblo es muy pintoresco.
Si el horario lo permite, no perderse la visita de la iglesia. Su retablo del altar mayor hecho de madera labrada y con muchos oros fué restaurado en el año 1870. A la derecha del altar mayor se veía una imagen de la Virgen, no muy finamente esculpida pero muy antigua, la cual fue robada. También es de ver, en el altar del Rosario, la Mare de Déu del Remei (Nuestra Señora de los Remedios) a la que los paisanos de Eina veneran mucho, lo que se deduce facilmente por la existencia en los alrededores de muchas plantas medicinales.
El valle de Eina es famoso en el vínculo de médicos y botanistas. También los entomólogos lo conocen por hallar en él cantidad de especies de insectos raros.
Se sigue el canal de Eina hasta un pantano grande donde el agua se reparte en tres direcciones: una hacia Llo, otra hacia Saillagouse y otra hacia Eina; después siguiendo el río, se cruza un bosque, campos de rododendros, derrumbes de rocas y ámplias zonas de hierba entre las cuales se encuentran en temporada una gran cantidad de flores multicolores. Caminando durante tres horas más o menos, siempre a la orilla izquierda del río, tras el último resalto de la montaña, se llega al Pla de la Bagoude. Desde el puerto de Núria se ofrecen varias excursiones recorriendo las crestas pero suponen que tenemos un serio entrenamiento porque casi siempre estamos a más de 2700 m de altura).
Para llegar a Núria se ha de bajar durante aproximadamente hora y media hacia el santuario por una senda muy abrupta.
Desde el
puerto de Núria se ofrecen varias excursiones recorriendo las crestas pero suponen tener un serio entrenamiento porque casi siempre estamos a más de 2700 m de altura.
(Traducido de
Cerdagne Capcir - J. Ferrer – éd.Roussillon France).
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